En relación a la simbología de animales que se escenifican en el BDSM, parece obligado hacer mención de dos tipos de ellos, absolutamente contrapuestos incluso en las formas que adoptan. Hablo por un lado de las perros y por otro de las ponygirls (o los ponyboys en su caso).
Algunas veces he contrapuesto, de forma estrictamente personal, una cierta estética fetichista, incluido el profuso uso de la parafernalia que conlleva, con una idea de la Dominación mas sencilla e incluso desprovista de esos mismos ornamentos. Claro está, que existe una estética gotica e incluso un fetichismo harto efecticista en ciertos entornos vinculados al sado-masoquismo y a las performances, y que se prodigan tambien por lo llamativo de sus efectos en los ambientes profesionales o semiprofesionales, así como en fiestas y exhibiciones.

Pues bien, haciendo una búsqueda de páginas referidas a uno u otro animal, me encuentro también esa diferencia casi sin buscarla: por un lado un verdadero alarde imaginativo de accesorios vinculados a la estética del pony humano, incluidas una enorme cantidad de técnicas, entrenamientos, vestiduras... , en definitiva "arneses para la monta del animal". A destacar en ese sentido la página
http://www.kinkyponygirl.com/ de la que he extraido alguna de las fotos, que se puede visualizar sin problemas, aunque si se quiere mas detalle de las fotos, redireccionan a un enlace de pago. Y por si alguno no se ha dado cuenta, los propios Dominantes, sobre todo las Dóminas y su estética Femdom, contribuyen a esa exuberante iconografía con su propio atrezzo.

Por el contrario, esa exuberancia se contrapone a la sencillez que suele contener la escenografia con perras o perros. Es cierto que en entornos Femdom con perros el atuendo de ellas refleja una mayor riqueza; como tambien es cierto que existen ponygirls que tan solo llevan el bocado y las cadenas o correas mínimas para tirar de un carruaje; tanto desnudas y descalzas, como con esas botas terminadas en herraduras. Pero no es menos cierto que lo que quiero decir, pese a lo tendencioso de la elección de las fotos, que inclino a mi propia visión, se puede comprobar por cualquiera.

Y que curioso, de la misma forma que el Dominante de una ponygirl (sobre todo las Dóminas) suele participar de esa particular liturgia; en el caso del Amo de la perra, suele representársele simplemente vestido con ropa "normal". Y sin hablar (que también se dice) de la similar fidelidad entre el perro y el sumiso, y la equiparacion de gestos y actitudes de ambos; ni de la riqueza de ornamentos que siempre conlleva la Dominación femenina; temas, ambos, que llenarían muchos otros apuntes. Me gusta esta foto elegida por la felicidad que emana de esa perra y la sencillez de los elementos elegidos que refuerzan enormemente la idea de la entrega.

Un saludo a todos.
AMOSUM