Hace tiempo que no cuelgo ningún poema, ni propio ni ajeno. Llevo unos cuantos días recordando otro de los poemas de Machado, sobre los caminos: en esta ocasión el camino no es una estela en la mar, además sugiere una nostalgia polvorienta, mas que una polvorienta tristeza, tan solo el rio añade esa imagen líquida que me gusta dar en mi blog.
Pero es que a veces el camino necesita que nos sentemos un momento meditando, a su vera... y esa imagen casa mal con el mar, aunque pueda hacerse desde la borda del velero que nos lleva. Eso es lo que siento a veces, la necesidad de echar la vista atrás, no para ver la senda que nunca volveremos a recorrer, sino para recordar aquellas sensaciones que vivimos y llenaron de sentido el caminar... Recuerdos que a veces duelen, pero que son necesarios, son el indice de la vida que estamos recorriendo. y el indicio de lo que tal vez encontremos algún día. También son alimento del alma, porque están hechos del material que puebla los sueños y anhelos.
Así, hoy me siento a la vera del camino, despacio, recordando nombres, ideas, imágenes, deseos, y añorándo algunos; para poderme levantar después y continuar el camino.
Yo voy soñando caminos
Y todo el campo un momento
La tarde más se oscurece;
Mi cantar vuelve a plañir:
Pero es que a veces el camino necesita que nos sentemos un momento meditando, a su vera... y esa imagen casa mal con el mar, aunque pueda hacerse desde la borda del velero que nos lleva. Eso es lo que siento a veces, la necesidad de echar la vista atrás, no para ver la senda que nunca volveremos a recorrer, sino para recordar aquellas sensaciones que vivimos y llenaron de sentido el caminar... Recuerdos que a veces duelen, pero que son necesarios, son el indice de la vida que estamos recorriendo. y el indicio de lo que tal vez encontremos algún día. También son alimento del alma, porque están hechos del material que puebla los sueños y anhelos.
Así, hoy me siento a la vera del camino, despacio, recordando nombres, ideas, imágenes, deseos, y añorándo algunos; para poderme levantar después y continuar el camino.
Yo voy soñando caminos
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
- la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
"la espina de una pasión;
"logré arrancármela un día:
"ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
"quién te pudiera sentir
"en el corazón clavada".